INTERNACIONAL - Eficiencia energética y renovables: la receta extremeña para abordar la revolución verde

La próxima revolución será verde o no será. Este mantra que parece sacado de una película de ciencia ficción es, en realidad, una verdad palpable a tenor de los datos de los expertos sobre el futuro del planeta. Si el Acuerdo de París sentaba las bases de la lucha contra el cambio climático hace ahora más de un lustro, hoy la batalla se libra sobre el terreno.

En este contexto, la Junta de Extremadura ha puesto en marcha el Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima 2021/2030 (PEIEC), una herramienta que pretende servir de hoja de ruta política, social y económica para avanzar en la transición energética de la comunidad y alcanzar la neutralidad climática de la región en menos de una década.

El objetivo es ambicioso, aunque las armas para alcanzarlo no lo son menos. El primer plan regional elaborado en España sobre la materia cuenta con prever las necesidades del sistema eléctrico y garantizar el suministro de energía a largo plazo en el territorio nacional. En este contexto, Extremadura apuesta por convertirse en un actor fundamental del cambio.

Abordar el desafío de las renovables es uno de los pilares del plan, una medida con la que se prevé movilizar 18.640 millones de inversión, de los cuales, el 94% será de origen privado. Además, el desarrollo del PEIEC contempla un impacto de 5.306 millones de euros acumulados sobre el PIB de la economía extremeña, algo que según el gobierno regional, también tendrá su reflejo en la cohesión territorial dejando el 74,6% del impacto económico en las zonas rurales.

Objetivos energéticos

Con un total de 3.244 MW -lo que supone el 23,5% del total nacional- Extremadura es la primera comunidad autónoma en lo que a potencia fotovoltaica solar instalada se refiere. Pero el Plan Extremeño es mucho más ambicioso y contempla la instalación de 11.060 MW adicionales de generación renovable hasta 2030, de los cuales 8.000 serán fotovoltaicos.

A esta tecnología solar se sumarán en los próximos años otras iniciativas como la gasificación de biomasa, la producción de hidrógeno verde asociado a vertidos de excedentes renovables, tecnologías solares híbridas y el aprovechamiento integral de residuos. El almacenamiento energético es otro de los capítulos que impulsará el PEIEC, incluyendo el objetivo de 800 MW nuevos en baterías electroquímicas e hidrógeno verde hasta 2030.

No obstante, más allá de sentar las bases de futuras políticas energéticas, este impulso de la capacidad de almacenamiento energético pretende servir de base para el apoyo de startups, empresas de base tecnológica y nuevos modelos de negocio asociados en la comunidad.

Un plan, más de medio centenar de medidas

Mitigación, adaptación, investigación e innovación y activación social son los cuatro ámbitos en los que actuará el Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima. Se prevé la puesta en marcha de un total de 57 medidas encaminadas a conquistar unos objetivos concretos que, entre otras cosas, pasan por convertir la región en un territorio climáticamente neutro con una generación eléctrica 100% renovable.

Urge un cambio en el modelo energético, una transformación que pasa por la apuesta por la eficiencia energética, la movilidad sostenible y el aumento del peso de las renovables. La transición abre un abanico de oportunidades, no solo en términos de sostenibilidad, sino también de recuperación y transformación económica y social.

En este escenario, la capacidad competitiva extremeña -fruto de los costes energéticos económicos y eficientes gracias al aprovechamiento de sus propios recursos naturales- sitúan a la comunidad en un lugar privilegiado en la revolución verde abanderada por las energías renovables.

FUENTE: https://www.elconfidencial.com/medioambiente/energia/2021-12-28/eficiencia-energetica-renovables-extremadura-bra_3349916/