EN EUROPA - Los daneses le dan una nueva vida a la basura como energía

En la planta de Aarhus, en Dinamarca, se incineran 31 toneladas de residuos por hora.

Incluso los desechos de la basura se pueden reciclar”. Esta es la filosofía que se maneja en Kredsløb, la planta de procesamiento de residuos ubicada a las afueras de Aarhus, la segunda ciudad más importante de Dinamarca.

La población, ubicada en la zona oriental del país escandinavo, tiene cerca de 361.500 habitantes, y a pesar de que el reciclaje es uno de los grandes valores de los daneses, diariamente Kredsløb recibe cerca de 150 camiones llenos de basura.

“Tomamos la basura en estos grandes hornos, que manejan temperaturas de cerca de 1.000°, el calor calienta una serie de tubos de agua que están alrededor del horno, con lo que se convierte en vapor, el cual transferimos a una turbina conectada a un generador que permite producir electricidad”, explica Anders Topp, funcionario de la planta.

Aarhus aprovecha estos residuos para generar energía, y también el calor residual del proceso para transferirlo a la ciudad, y calentar las viviendas, especialmente en época de invierno.

Todos los días los camiones ingresan, depositan sus residuos en la planta, y una pinza de cerca de siete toneladas levanta durante horas grandes montañas de basura para llevarlas a los tres hornos con capacidad para incinerar hasta 31 toneladas de residuos por hora.

“Luego de este proceso tenemos un nuevo residuo, compuesto por una combinación entre cenizas, metales y rocas, que no pueden derretirse a esas temperaturas. Y volvemos a reciclarlos. Aunque las personas e industrias pueden reciclar metales desde el origen, a veces llega algo de hierro, por ejemplo”, indica Topp.

Cerca de 20% del peso total de los residuos es lo que sale en forma de cenizas. En este punto se reaprovecha el residuo, pues una vez los metales se estabilizan, esa mezcla resultante se utiliza como un sustituto de la arena en la construcción de vías, como una capa inferior al asfalto.

La planta fue construida en 1978, pero desde entonces ha venido modernizando tanto su capacidad como sus instalaciones, que hoy se componen de cinco grandes edificios.

La nueva meta que tienen en Kredsløb es reducir sus emisiones de CO2, dado que el proceso de incineración genera cerca de 450.000 toneladas por año, según estimativos de la empresa.

Por ello, el próximo objetivo que tiene Kredsløb es la construcción de un sistema de captura de gases como el dióxido de carbono. Ya tienen los estudios y el proyecto listo, pero están a la espera del visto bueno en términos de regulación, pues al ser una compañía estatal, sus inversiones no pueden destinarse directamente a estos trabajos, y requieren crear una compañía subsidiada para tal fin.

FUENTE: https://www.portafolio.co/internacional/los-daneses-le-dan-una-nueva-vida-a-la-basura-como-energia-583444